Después de un par de días reflexionando, analizando y leyendo sobre el accidente derivado por fallos en los protocolos de seguridad en el manejo de armas en el set de Rush, incidente que cobró la vida de la cinematógrafa Halyna Hutchins en manos del reconocido actor Alec Baldwin; vi necesario escribir este artículo como productora independiente que vive en la constante lucha de implementar medidas que permitan crear entornos de trabajo seguros en las creaciones audiovisuales pese a las limitaciones presupuestales que puedan presentarse.

Si bien, muchas veces las productoras tenemos  fama de regañonas, estrictas y cansonas, sin motivo, esto solo es muestra de la falta de conocimiento que existe sobre lo que hacemos, ya que nuestra labor siempre será brindarles herramientas que permitan el óptimo desarrollo de un proyecto. 

Los riesgos operacionales en la industria son inevitables, pero aminorarlos son la clave de un entorno seguro para el equipo técnico y artístico. La experiencia me ha enseñado que al momento de valorar ahorro frente a seguridad es imperioso y por esa razón siempre elegimos la segunda y que al final también resulta siendo la opción más rentable. Esto se ha convertido en la base de mi estilo de producción y espero de todo corazón que también sea la prioridad para otros productores. 

Reflexionar sobre nuestro papel, también me ha llevado a reflexionar sobre como los equipos olvidan  que  los famosos protocolos, contratos, memorandos, deal memos, comunicaciones, llamados, planes o cualquier documento que suene a protocolo, tienen una razón de ser, y desafortunadamente son muchas veces ignorados directamente por el equipo.

Vivimos en un entorno ¨folclore¨ donde a la productora y su equipo de seguridad se les ve como verdugos faltos de creatividad que están ahí para enredar la tarea de los ¨artistas¨, y muchas veces, indicaciones como «no subas ahí, no enchufes esto, asegura lo otro, no dejes eso ahí, no juegues con eso, da la vuelta y no pases por ahí, no líquidos aquí, se reporta todo el crew en el set ante el ADs, no se entra arma al set sin la verificación del armero, no hay armas reales en set, no se usan estupefacientes en horas laborales, no está nadie en el set que no haga parte del equipo, no se permiten visitan en el set,’’  entre otras normativas, se ven como imposiciones de una persona que quiere gobernar con mano de hierro y en realidad  son claves para llevar a buen fin un proyecto y mitigar los riesgos que hoy por hoy se han hecho más  visibles y cobran más importancia.

La realidad nos hace afrontar que como productoras no solo debemos abordar de madera creativa el contenido sino el presupuesto, para que por pequeños que sean no afecten la seguridad del equipo. No hacerlo crea situaciones como la que me inspiró a escribir y en donde el supuesto ahorro se  convierte en una dolorosa tragedia.

La falta de supervisión y el irrespeto al protocolo de seguridad en que incurrieron desde el equipo de dirección al de producción y staff por ahorrar en cosas vitales como el alojamiento apropiado y el respeto a los horarios, han cobrado la vida en este caso de una directora de foto y dejado varios dolientes. 

Este artículo es un llamado a todo el engranaje de producción, para dejar esas  frases de cajón que justifican irresponsabilidades: «el show debe continuar’’, ‘’damos la vida en el set’’, ‘’vamos a darle por la película’’… EQUIPO ¡ALTO! No arriesguemos la seguridad, midamos los tiempos de descanso, de desplazamiento, de alimentación, revisemos las horas laboradas, intentemos no usar horas extras, y esto no va solo para el equipo técnico y los actores (que son los que vulgarmente paran un rodaje), sino para todos, no más ejecutar en ocho semanas algo que se debe hacer en diez, simplifiquemos, objetivemos recursos, mitiguemos todos los riesgos y no ‘’endiosemos’’ al que se cuelga de una tira sin protección por hacer el plano de su vida. Pensemos desde la integridad del oficio, conozcamos los departamentos, sus responsabilidades y entendamos que la seguridad de todos es y debe ser siempre lo más importante. 

Como cabeza de producción de Studio AYMAC, me incluyo en este artículo, ya que cada vez es más importante el comunicar, socializar y entender con los equipos la importancia de los debidos procesos y que juntos velemos por un entorno de trabajo seguro.