Colombia como uno de los epicentros latinoamericanos de la industria cinematográfica, año tras año, ha logrado consolidar alternativas para crear y producir contenidos  de mayor calidad. Las leyes, fondos, estímulos e incentivos han permitido que en las últimas décadas se realicen anualmente más de 30 obras audiovisuales nacionales y se presten más de 6 servicios de producción internacional. (Gran avance, pues 20 años atrás, según cifras del Ministerio de Cultura, no se llegaba ni a 10 películas colombianas producidas en el mismo periodo). 

El escenario mundial es cada vez más diverso, gracias a la globalización de los contenidos que vino con la crisis económica mundial de comienzos de siglo XXI.Esta circunstancia  permitió que la industria dinamizará el trabajo entre los productores: las co-producciones, co-financiaciones y co-creaciones son ahora claves en la realización cinematográfica.

En 2003 Colombia aprueba la Ley de Cine 814,  que genera el renacer de la industria  cinematográfica nacional, dando paso a la creación y exportación de obras como El Abrazo de la Serpiente, Perro come Perro, Colombia Magia Salvaje y La Sombra de Tu Sonrisa. Simultáneamente  se crea el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), dos fuentes de financiación que fomentan el desarrollo sostenible de la industria nacional.  Es importante conocer cómo funcionan, para utilizarlas en beneficio de un proyecto. 

El FDC beneficia  las obras cinematográficas y nuevos medios. Actúa bajo la modalidad de convocatorias por estímulos (Automáticos y Por Concurso); puede acceder cualquier productor, casa productora, escritor o director colombiano que cumpla con los requisitos. La Ley de Cine, funciona con la aprobación de una Resolución de Reconocimiento como Proyecto Nacional Cinematográfico ante el Ministerio de Cultura, que otorga beneficios sobre las  donaciones o inversiones a las producciones expidiendo los  CIC’s (Certificados de Inversión o Donación Cinematográfica) que funcionan como títulos al portador para deducciones tributarias. Solo con estos certificados se hace efectiva la deducción.  

Ahora, si bien la ley 814 beneficia a toda la cadena de valor de la industria nacional, es  insuficiente para incluir otras áreas del trabajo cinematográfico que se han generado con la globalización y el intercambio económico y cultural que esta ha traído, por lo que fue necesario para el país dar un salto importante para incentivar la inversión extranjera con la creación de la Ley  de Filmación 1556 de 2012. 

Esta nueva ley promueve el territorio como destino para las filmaciones audiovisuales externas (proyectos en los que el resultado final no está pensado para la exhibición en las pantallas nacionales), con objeto de  incrementar la visibilidad del país, el buen nombre y el turismo nacional. Generando a su vez, diálogos entre productores que fortalecen la industria  y contribuyen al desarrollo colectivo.

La 1556, si bien en su interior beneficia a proyectos locales y extranjeros, es una ley  viable y amplia para las obras cinematográficas, series, videos musicales, videojuegos y publicidad de origen internacional cada vez más atractiva gracias a sus dos incentivos, entre los que es necesario elegir desde el momento que se aplica a esta:

  • Cash rebate (Reintegro o devolución del 40% de los gastos en servicios audiovisuales y el 20% de gastos de servicios logísticos en el país) que está sujeto al saldo disponible que apruebe la bolsa Proimagenes Colombia Comisión Fílmica.
  • Los CINAS (Certificados de descuentos tributarios por el 35% de los gastos en servicios audiovisuales y logísticos en el país) negociables en el mercado. 

Incentivos que la convierten en una de las leyes más atractivas y competitivas a nivel mundial. 

Escoger a un productor colombiamo  que preste el service para un proyecto de ley 1556 y traer su proyecto al país es una gran oportunidad para los productores e inversionistas extranjeros, ya que además de contar con locaciones diversas, diferentes climas (sin estaciones),  equipos de producción capacitados,  mano de obra accesible y protocolos de bioseguridad bien establecidos, representan un ahorro presupuestal importante y contribuyen a la creación de una industria más dinámica y global.

Grandes empresas como Netflix, Amazon, Paramount, Universal Studios y HBO le siguen apostado a Colombia con proyectos tan importantes (Narcos, American Made, Jack Ryan, Frontera Verde, Jungle, Distrito Salvaje, Gemini Man, Mil Colmillos, Loving Pablo etc.), que se han rodado en las calles del país, con talento de Hollywood y que hoy siguen recogiendo frutos. 

Para concluir,  mi llamado es a informarse, comprender y seguir impulsando proyectos con estas dos leyes de manera independiente, siempre escogiendo la que mejor se adapte a la naturaleza del trabajo: la 814 que se destaca con sus beneficios para producciones nacionales y la 1556 para servicios de producción internacional. Esperamos también que con las políticas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo se continúe avanzando para el fortalecimiento de este campo laboral. 

Hagamos de la industria nacional, una industria sostenible y rentable. 

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