Para empezar quiero decir que no busco crear un documento educativo sobre este tema. En el mundo hay renombrados expertos con escritos que explican cómo se debe abordar la investigación de mercado, la revisión de las fortalezas y dificultades tanto de un producto como de una organización, y por ende encontrar su alma y lo que necesita comunicar al público. Mi pretensión con esta entrada es mucho más sencilla, llevarlos en un encantador viaje por los enredos de mi mente para que conozcan un poco de qué va eso del Storytelling y porque creo que la asesoría de una persona que se dedica a contar historias puede resultar útil en este proceso.

Hablar de “storytelling” no es referirse a la creación de cualquier historia. Para darle forma se requiere de un plan de negocios, tener en mente la visión misión y valores de la marca (empresarial o personal), los clientes que quiere tener, los que no quiere y la forma de relacionarse con ellos. Esta tarea de definir y concretar la historia que respalda la marca, es un proceso en el que se involucran diferentes departamentos y profesionales, entre ellos nosotros,  Los cuenteros. Llamó así a todos mis colegas y a mí misma, porque tengo la convicción de que los realizadores somos el “update” del antiguo oficio de  los narradores de historias que se sentaban junto al fuego para contarle a su audiencia mitos y leyendas que se fueron fundiendo con la realidad y el modo de vivir de las personas hasta convertirse en parte de su cotidianidad. 

Desde que la comunidad y el lenguaje se convirtieron en parte de la vida humana, nació la fascinación con las buenas historias. Aprendimos a querer y odiar a sus personajes, emocionarnos con los triunfos de un héroe e identificarnos con lo que les sucede, sobre todo si coincidimos  con ellos en valores éticos y metas. Con el tiempo fuimos evolucionando, al igual que nuestras pasiones y formas de relacionarnos, pero, las historias se han mantenido con nosotros.

Ahora, ¿cómo entran las marcas y las organizaciones en este enredo?, bueno, los genios de la mercadotecnia, encontraron que aunque la calidad y el precio son factores importantes al hacer compra o adquirir un servicio, hay algo más que supera los factores racionales de la economía y la conveniencia al decantarnos entre  varias opciones, eso es la historia, un buen concepto que lleve a quién decide la adquisición a sentirse identificado y representado.

Este concepto del que hablamos está basado en mucha información, campo en que mis amigos los científicos de datos pueden ser muy útiles, y como les dije al comienzo, en los valores de la empresa y el público que quiere atraer y mantener.

Cuando toda la investigación está organizada y se ha extraído de ella los elementos que distinguirán a la marca,  llega el momento de utilizar ese conocimiento de la mejor manera  para transmitirlo al cliente interno y externo, creando de datos, probablemente técnicos y estadísticos, un discurso claro; llamativo para las personas a las que se quiere llegar. Es aquí donde la experiencia y la formación de quienes nos dedicamos a la creación de contenidos resulta provechosa, ayudando a definir la forma en que se debe comunicar, analizando el discurso y creando, ahora si, tanto personajes que representan los valores y metas identificados, como piezas audiovisuales que basándose en esa narrativa se enfoquen en lograr los objetivos que se hayan establecido en el plan de negocios y marketing. 

Dentro de este proceso, hay un espacio en el que la asesoría de expertos en artes escénicas resulta conveniente para ir del “Storytelling” al “Storydoing.  Su experiencia es útil para guiar a los embajadores de la marca (sean directivos, vendedores, negociadores, proponentes o portavoces)  a que sepan actuar de forma más segura ante sus audiencias en reuniones con posibles clientes, socios o inversionistas.  Una buena asesoría y en algunos casos talleres de expresión, pueden hacer maravillas.

Es importante recordar que aunque fundamental, el papel del creativo no es el único involucrado en todo esto, ya que del conocimiento que se tenga del nicho, la visión – misión de la empresa unido a una tarea de recolección de datos exitosa que permita establecer objetivos claros y delimitados, depende en gran parte que el trabajo y esfuerzo dedicado a crear este lazo con los usuarios-clientes sea efectivo. Una empresa que logre un buen posicionamiento en la mente y corazón del público, tendrá en sus empleados y clientes a los mejores promotores de la marca,  mucho más efectivos que cualquier influencer de redes sociales.

Por  último, vale la pena agregar que puede contar con Studio AYMAC.  Estamos más que dispuestos a hacer parte del equipo que dará forma a la historia de su marca en cualquiera de las fases de su “Storytelling” o “Storydoing”. Desde mi banquillo quedo atenta a leer sus comentarios y recomendaciones para futuros artículos como este si les resulta atractivo y provechoso. ¿Quieren que hablemos algo más sobre el Storytelling?, ¿Quedaron con ganas de que analicemos ejemplos?, ¿Hablamos de Storydoing? O ¿A otra cosa mariposa que la vida es azarosa? En fin, dejo esto por aquí. Gracias por la visita.